Un hombre trans embarazado, acudió a un hospital en Estados Unidos con un fuerte dolor abdominal; el paciente le comentó a la enfermera su condición de transgénero y que en realidad estaba el labor de parto.

No obstante, la enfermera, quien vio su historia clínica en donde se le clasificaba como hombre, no creyó que se tratara de una emergencia.

Pensó que se trataba de un hombre obeso, que además le había comentado que había dejado de tomar su medicamento para la presión arterial.

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La realidad es que este hombre de 32 años, estaba dando a luz a su bebé.

El paciente no había menstruado en varios años y había tomado testosterona, como un tratamiento para la masculinización.

Sin embargo, el hombre había dejado de tomar la hormona y un medicamento para la presión arterial porque se había quedado sin seguro médico.

Era un hombre trans embarazado

Antes de acudir al hospital se había realizado una prueba de embarazo que dio positiva.

Todo esto se lo había explicado a la enfermera, pero ella no le creyó, así que le realizó una prueba de sangre para comprobar su historia.

Tras horas de espera se confirmó que efectivamente estaba en labor de parto, sin embargo tenía mucho tiempo que había roto la fuente y un ultrasonido mostró que la actividad cardíaca del feto era incierta.

Otro examen arrojó  que una parte del cordón umbilical se había metido al canal de parto.

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Al final, el bebé nació muerto, y todo porque la atención fue lenta e insuficiente.

La revista New England Journal of Medicine se encargó de exponer el caso, aunque no dio datos de dónde ocurrió ni el nombre del paciente.

Este evento ha abierto un nuevo debate sobre la atención médica a las personas trangénero.

“Si una mujer hubiera llegado con síntomas similares, seguramente habría sido atendida y evaluada con más urgencia por problemas relacionados con el embarazo”, señalaron los autores del artículo.