* México gana 4-2 a Paraguay en un partido descompuesto
* El Tata Martino se lesiona de la nariz por un balonazo de su colega rival el Toto Berizzo

Uno ve el resultado y dice: vaya, México va por buen camino.

Pero no se engañen, amigas y amigos. México tenía el partido resuelto desde el minuto 24 que ganaban 3-0.

O al menos eso parecía en una primera lectura, ya que los dos primeros goles fueron errores de una defensa paraguaya que nunca logró encontrarse.

El primero, un pase del central paraguayo Valdés para el hermano Dos Santos que aprovecha el regalo y, a una media tijera cuatropeada, marca el gol; y el segundo un autogol por parte del capitán de la saga guaraní.

Para el tercer gol, México logró triangular una buena jugada que terminó en el gol 51 del Chicharito con la Selección.

Más por el desconcierto del equipo paraguayo que por el buen funcionamiento nacional

Lainez nos dejó claro a todos que aún le falta relajarse un poco cuando le llega el balón a los pies, tanto que sólo jugó el primer tiempo.

Ya decía el Piojo que el joven jugador debía quedarse al menos una temporada más en el América para ser titular y madurar en su juego.

México se vio mal la mayor parte del encuentro, sobre todo en el segundo tiempo que casi hacen el ridículo de dejarse empatar cuando el equipo Paraguayo tenía un jugador menos.

Al final Luis Montes marcó el cuarto gol a pase de Vega que estaba en fuera de lugar, por lo que el juego debió terminar 3-2.

Lo más atractivo del partido, sin duda fue el balonazo que recibió el Tata Martino por parte de su colega Eduardo “el Toto Berizzo”.

¿Y qué me dicen de los fuegos artificiales al finalizar cada himno nacional?

¿No es anti saludable para los jugadores tener un ambiente lleno de humo durante los primeros minutos de un partido?

Imagen: Captura