Tal como historia de terror, una pareja estadounidense adoptó a una niña que finalmente resultó ser una mujer psicópata con enanismo.

Michael Barnett y Kristine Elizabeth Barnett, enfrentan cargos por negligencia luego de abandonar a su hija adoptiva y mudarse a Canadá en 2013.

La razón que estaba detrás de este abandono es que la niña que adoptaron en realidad era una adulta psicópata que padece enanismo.

Ambos aseguraron a los medios locales la mujer intentaba asesinarlos.

“Se paraba a vernos en medio de la noche. No podías irte a dormir. Tuvimos que esconder todos los objetos afilados […] La vi poner productos químicos, lejía, Windex algo así, en mi café y le pregunté, ¿qué estás haciendo? Ella dijo: “Estoy tratando de envenenarte””, aseguraron.

De acuerdo con el Washington Post, la policía se dio cuenta de que la “menor” estaba sola en 2014.

Ella les contó que tenía más de una año que no sabía nada de sus padres adoptivos y que antes de que se fueran le cambiaron su edad de 11 años a 22.

Avanzada la investigación se determinó que la “niña”, en realidad padecía displasia espondiloepifisaria congénita, lo que había dado lugar a un enanismo.

No era una niña, sino una mujer psicópata

En entrevista con varios medios, Kristen describe a su hija adoptiva como una sociópata e incluso proporcionó una carta escrita por un médico que la describe como “una adulta con signos de edad evidentes en dientes, cabello y desarrollo sexual”.

Más tarde, la pareja llevo a la “niña” con especialistas en donde confesó que tenía 18 años (en ese entonces) y no 9 como decía su acta de nacimiento.

Tanto Kristen como su esposo Michel se siente presionados por los cargos que presan en su contra por supuesta negligencia.

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“Los medios me están pintando como un abusadora de niños, pero aquí no hay niños […] Natalia era una mujer.

“Ella tenía períodos. Ella tenía dientes adultos. Nunca creció ni una pulgada.

“Todos los doctores confirmaron que padecía enfermedades psicológicas graves que sólo se diagnostican en adultos”, explicó.

Finalmente, la corte Superior de Marion determinó que Natalia, la supuesta “niña”, nació en 1989 en Ucrania, en donde le alteraron su acta de nacimiento para favorecerla.