La Ley de la Ventaja no es algo que sólo se pueda dar en el futbol, sino que encaja en cualquier otra disciplina. Wimbledon

Este fin de semana tuvo un evento que dejó anonadados a todos los aficionados al deporte, y a quienes disfrutan de la perseverancia, la elegancia y la fortaleza mental.

Es por eso que esta semana, la Ley de la Ventaja es para:

La final de Wimbledon 2019

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Y por supuesto que para las dos leyendas vivientes del tenis, Roger Federer y Novak Djokovic. Dos brazos hacia arriba y sigan, caballeros. Que lo vivido esta mañana, ni cuando la muerte nos llegue, se va a olvidar.

Durante casi cinco horas de juego, un sector de la humanidad se centró en un manjar para nuestras pupilas, donde dos de los mejores tenistas de la historia se enfrentaron por el título que alejaría o acortaría la distancia entre uno y otro, al menos en cuanto a número de títulos.

El actual número uno del mundo, Novak Djokovic, paradójicamente no llegaba como favorito a este encuentro.

Y es que enfrente tenía al mejor jugador sobre césped que existe en el orbe, Roger Federer, un suizo que buscaba ganar en «su casa» para seguir sumando títulos y ser el mejor del mundo.

Porque bien lo dijo Federer, «si no es para ganar, no sé para qué otra cosa estamos aquí tanto él (Djokovic), Nadal o yo», o algo así.

La cosa es que Novak demostró que tiene un temple mental envidiable y logró superar todo lo que tenía en su contra, el público, las redes sociales, el tiempo que duró el partido (que se convirtió en el más largo en la historia de Wimbledon) y, sobre todo, a un Dios en el deporte como rival.

Más allá del resultado, que ya conocen (ganó Djokovic en 4 sets), este domingo y esta Ley de la Ventaja tendrá en su recuerdo el mejor partido de tenis que hemos visto en los últimos años.