Imagen: Sergio Sánchez
- Los goles de nuestros compatriotas en Champions League, Europa League y la Serie A inspiraron un momento de reflexión con «Shine on you Crazy Diamond» de Pink Floyd haciendo atmósfera en la habitación
La culpa es de los futbolistas mexicanos por enseñar cómo se hacen las cosas cuando tienes todo en contra; similar a cómo nació la Ley de la Ventaja.
Es de aquel irreverente que siempre dice lo que piensa y que su pasión por el futbol lo llevó a bajarse el sueldo para competir en una de las mejores ligas del orbe.
O del que muchos daban por muerto porque no debutaba, pero al hacerlo en Champions League, necesitó sólo 14 minutos para mostrar su temple en las situaciones difíciles, y darle el empate a su equipo, teniendo a Cristiano Ronaldo como rival.
También tiene la culpa aquel que algunos llamaron «chaparrito», pero que llegó al equipo donde Maradona fue ídolo y, fiel a su estilo, debutó marcando un gol.
Y, por supuesto, el que a sus 21 años le contestó a una figura del futbol mundial con un gol en menos de 24 horas de lo declarado y demostró que puede jugar en cualquier posición, pues ama la cancha, el balón y el juego.
Es por eso que esta semana la Ley de la Ventaja es para:
Los futbolistas mexicanos que brillan en Europa
Dos brazos hacia arriba y sigan, caballeros, porque lo hacen de maravilla.
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Edson Álvarez, Héctor Herrera, Hirving Lozano y Javier Hernández tienen la culpa de que los niños, los no tan niños y los que se niegan a crecer mentalmente se ilusionen e inspiren su cotidianidad con las hazañas de los futbolistas.
Más allá del negocio multimillonario y excelente forma de control que resulta ser el tan amado futbol, en la Ley de la Ventaja nos gusta hacer énfasis en cuestiones donde el verdadero futbol es lo que prevalece.
Cuando una jugada de ensueño, donde todo el equipo participa, nos hace recordar las retas de la escuela, de la colonia o de la familia, donde todos estaban con una sonrisa, ideando los mejores movimientos con el balón o sin él.
Es cierto que el futbol no es para todos, pero para quienes vemos en él una sana forma de existir, lo hecho por los mexas en Europa y sobre todo la energía que transmitieron, es algo que nos da orgullo.
No porque nosotros juguemos los partidos ni mucho menos porque llamen a los periodistas deportivos futbolistas frustrados, sino porque, al menos a mí, me gusta ver cómo la gente cumple sus sueños.
