China, convertida ante los ojos del mundo en el epicentro de la epidemia de coronavirus, propone su ayuda y conocimientos a los países extranjeros cada vez más afectados por el COVID-19.

El país asiático ofrece expertos, consejos y tests de detección a la comunidad internacional.

Un viceministro de Exteriores dijo el jueves que China compartió experiencia en materia de tratamiento de enfermos con «gran número» de países.

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Expertos de China

Irán, uno de los principales focos en el extranjero, recibió expertos procedentes del país asiático  junto a 5,000 kits de detección y 250,000 mascarillas.

También enviaron material a Pakistán, Japón y algunos países de África, según un portavoz de la diplomacia china, Zhao Lijian.

«Mientras proseguimos nuestro trabajo de prevención en China (…) suministraremos, en la medida de nuestras capacidades, un apoyo a los países extranjeros» declaró el portavoz esta semana.

El número de nuevas casos cae en China y sube a nivel internacional, las autoridades sanitarias están vigilantes ante la llegada al país de personas infectadas procedentes del extranjero.

Hasta ahora, 20 personas fueron detectadas procedentes de Italia e Irán.

Varias ciudades, entre ellas Pekín, imponen cuarentenas de 14 días a las personas procedentes de los países más afectados. 

Las autoridades sanitarias chinas han compartido sus consejos vía videoconferencia con la Unión europea (UE) y con países como Azerbayán, Bielorrusia, Armenia o Turkmenistán.

Además, China, donde había penuria de material médico el mes pasado reanudó desde entonces de forma masiva la producción en sus fábricas.

China va a seguir «reivindicando una forma de autoridad» sobre la epidemia, gracias a sus logros, según la sinóloga Dorothy Solinger, de la Universidad de California.

Repatriados de Irán 

Hay una inversión en la tendencia. Prueba de ello es que, hace solamente un mes, eran los extranjeros quienes se apresuraban a evacuar a sus ciudadanos de Hubei, pero es ahora China la que repatrió esta semana a 146 de sus ciudadanos desde Irán.

Las autoridades sanitarias chinas compartieron sus consejos vía videoconferencia con la Unión europea (UE) y con países como Azerbayán, Bielorrusia, Armenia o Turkmenistán.