Para Sonia, cada agosto representa una inversión de 18 mil pesos para poder inscribir a su hija Ana a una escuela primaria privada de la alcaldía Magdalena Contreras. 

Aunque para Sonia es una inversión considerable, aunado a que cada mes destina un 70% de su sueldo para la educación de su hija, ella considera que es un sacrificio que no cambiaría por nada. 

“Agosto es la segunda cuesta más importante del año, y para llegar a estas fechas debo ahorrar aproximadamente 500 pesos cada quincena”, dice Sonia. 

Tal es el caso de un considerable número de mexicanos, quienes destinan una gran cantidad de dinero para la educación de sus hijos, en un país en donde, según el artículo 3º Constitucional, los niños y las niñas tienen derecho a la educación y, si la ofrece el estado, deberá ser gratuita. 

Educación costosa

Sonia, lleva a Ana a una escuela privada porque afortunadamente cuenta con un ingreso que se lo permite; sin embargo, este no es el caso de Diana, quien no tiene otra alternativa más que recurrir a una de las tantas secundarias públicas de la alcaldía Gustavo A. Madero. 

Para Diana, el desembolso en agosto es mucho menor que el de Sonia, pero eso no lo hace menos significativo. Aunque su hija Aída siempre ha asistido a escuelas de gobierno, en agosto su familia debe contemplar un gasto de por lo menos 5 mil pesos.

Pese a la ayuda que el gobierno de la CDMX otorga a través de la tarjeta ‘Mi beca para empezar’, los libros de texto gratuitos y la ayuda de útiles escolares, los gastos para enviar a su hija a la escuela no se terminan nunca.

“Aunque no pago colegiatura siempre salen gastos, que la cartulina, que el material para esto o para lo otro. A la quincena yo destino un 30% de mi salario para los gastos escolares de mi hija”, cuenta Diana. 

Gastos extras que nunca terminan

Diana asegura que entre útiles no incluidos en la ayuda, cuotas escolares, libros, uniformes y material extra, los gastos ascienden a 5 mil pesos para la temporada de inicio de clases, y un gasto de mil pesos al mes para poder enviar a su hija a la escuela.

En el caso de Sonia, por ser una escuela privada, la inversión mensual asciende a unos 3,500 pesos. 

“Cada mes debo pagar colegiatura y otros gastos como el material extra, clases extracurriculares, materiales para clases de artes plásticas, salidas, cooperación para algunas festividades que no son cada mes, pero sí aumentan en los meses de diciembre, mayo, junio o en primavera”, comenta. 

Derrama económica

Según datos las Cámaras Nacionales de Comercio, Servicio y Turismo (Concanaco Servytur), en el ciclo escolar 2019-2020, 26 millones de alumnos volvieron a las aulas de todo el país. 

 El último informe de la confederación señala que la derrama económica del regreso a clases en el ciclo escolar 2019-2020 fue de 80 mil millones de pesos.

Esta cifra incluyó la venta de útiles, implementos escolares, así como ropa y calzado. De acuerdo con la Concanaco Servytur la derrama tuvo un incremento del 4% con respecto a las cifras del 2018, lo que significa 3 mil millones de pesos más.

Sin importar si son escuelas públicas o privadas, las dos madres entrevistadas señalaron que cualquier gasto vale la pena con tal de ofrecerles educación de calidad a sus hijos. 

«La educación pública es bastante deficiente, pese a ello yo estudié en escuela pública y no me fue tan mal, porque me esforcé. Pero a mi hija le toca un mundo laboral muy competido, en donde las oportunidades se cuentan con los dedos de las manos, y aunque no es una garantía, puede generarle mayores chances de incrementar el nivel de vida, de tener movilidad social, por eso quiero darle una educación de calidad», puntualiza Sonia.