Esta semana se ha hablado mucho sobre el tema de las facturas instantáneas y sus alcances en materia fiscal, pues entre otras cosas, podrían generar discrepancia fiscal, algo que preocupa a los contribuyentes que tienen ingresos que no son sujetos a declaración.

No obstante, Katya Elizabeth Arroyo Arriola, administradora General de Servicios al Contribuyente del Servicio de Administración Tributaria (SAT) explicó en entrevista para Digitallpost que se trata de un mecanismo opcional de facturación.

De acuerdo con la funcionaria, el contribuyente contará con la opción de facturar al momento de pagar a través de la terminal punto de venta con tarjeta de crédito o débito.

Explica que el ticket contará con un código QR con el cual se podrá verificar que la factura se emitió de manera correcta.

El objetivo principal es facilitarle al contribuyente el cumplimiento de sus obligaciones fiscales.

“No es un mecanismo de fiscalización, es un mecanismo de facilitación, porque la información que va a viajar para generar una factura es la misma información que tenemos ahorita”, señala.

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Asimismo, Arroyo Arriola hace hincapié en que será decisión del usuario emitir o no la factura, incluso podría pedir a la institución bancaria no modificar sus tarjetas para esta opción.

“Como usuarios o consumidores decidirían si quieren que su tarjeta tenga o no el RFC y eso dependerá de cada una de las instituciones bancarias que se sumen al proyecto.

“No porque se pague con una tarjeta de crédito o débito se genera en automático una factura; para ello se necesita una autorización por parte del cuentahabiente y además que el comercio esté habilitado para emitir facturas”, insiste la funcionaria del SAT.

No obstante, para Salvador Rotter Aubanel, integrante de la Comisión de Investigación Fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México, no se trata de un asunto que sólo busque facilitar al contribuyente el cumplimiento de sus obligaciones.

“Esta disposición ha existido desde hace muchos años, pero ahora lo que hace la autoridad es decir, bueno ya tengo todas las tarjetas de crédito y débito ligadas a los RFC de las personas, entonces ahora voy a hacer un sistema que genere las facturas cada vez que alguien compre algo con tarjeta y con eso voy a poder saber si la gente gasta más de lo que gana”, comenta.

Fiscalización no ayuda

Diversos medios aseguraron que con este nuevo mecanismo el Sistema de Administración Tributaria podría detectar que las erogaciones (gastos) son mayores a los ingresos del contribuyente y así requerir un pago del ISR correspondiente, Katya Arroyo asegura que las facultades de la dependencia no cambiarán.

“Si fuéramos honestos no tendría por qué surgir la inquietud de es que estoy declarando más o menos.

“Esa discrepancia fiscal tiene mucho tiempo, no es parte del paquete que salga para este año, ha existido siempre y las facultades las tiene el SAT desde ahorita. No va a mostrar las discrepancias porque entendemos que por ejemplo, si vas a iniciar un negocio pues pides crédito, y como pides crédito vas a tener mayores gastos al ingreso que tendrás en ese momento.

“En ese sentido no va por ahí este mecanismo, es sólo otra manera de ayudarle a los contribuyentes a que emitan facturas electrónicas”, comenta.

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Por otro lado, Rotter no cree que el mecanismo sea tan desinteresado como lo plantea el SAT.

“Para el contribuyente no tiene ningún beneficio, o podría ser el demostrar que lo está comprando es con recurso lícito, pero no es una medida de ayuda, es una medida de control y vigilancia de la autoridad, respecto de los ingresos que están declarando cada una de las personas físicas”, indica Rotter Aubanel.

La generación de facturas instantáneas entrará en vigor durante los primeros cuatro meses del 2020 y será de manera voluntaria.

“La estamos pensando para mayo del siguiente año estar listos, estar emitiendo reglas y ya tener cerrados todos los candados que tengamos que tener para la seguridad de los contribuyentes”, indica Katya Arroyo Arriola, administradora General de Servicios al Contribuyente del SAT.

De acuerdo con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, en México existen 27.4 millones de tarjetas de crédito y alrededor de 153.7 millones de tarjetas de débito.