México fue reconocido como estado pluricultural en 1992, lo que significa que la ley debe proteger y promover el desarrollo de las comunidades que habiten él. Sin embargo, dentro del decreto en el artículo 4º de la Constitución sólo se especifica a los pueblos indígenas y no a los afromexicanos. 

A lo largo de la historia de México pocos son los registros de los afromexicanos y cómo fue su relación con las comunidades indígenas. 

De acuerdo con Gonzalo Aguirre Beltrán, médico, antropólogo y autor de libros como La población negra de México, uno de los primeros africanos en asentarse en el país fue Juan Cortés, esclavo de Hernán Cortés.

Varios de los conquistadores como Pánfilo Narváez, Francisco de Montejo y Pedro Alvarado trajeron consigo esclavos para conquistar tierras indígenas. 

Los esclavos provenían en un gran número de las Antillas y pasaron de propietario a propietario cuando buscaban tierra firme. 

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Más de un millón de afromexicanos

Los pueblos afromexicanos de la actualidad son los descendientes de aquellos esclavos que sobrevivieron a enfermedades y matanzas en el México virreinal. 

Las mayores concentraciones de población afromexicana se encuentran en Ometepec y Cuajinicuilapa, en la Costa Chica de Guerrero. Además, de Jamiltepec en Oaxaca. 

La Encuesta Intercensal del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2015, ayudó a visibilizar a los afromexicanos y conocer sobre su forma de vida. 

De acuerdo con ésta, la población afromexicana representa el 1.16% de la población total de México, es decir, 1.4 millones de personas se identifican como tal y 600 mil habitantes son afrodescendiente (0.5% del total mexicanos).

Discriminación y falta de oportunidades   

Sin embargo, la mayor dificultad de la población afromexicana es el racismo lo que ocasiona pobreza, falta de oportunidades y la inclusión en el país.

La Encuesta Nacional sobre Discriminación de 2010 indica que una cuarta parte de la población mexicana considera que un afromexicano es de “otra raza” y no permitirían que viviera en su casa. 

Ante la falta de oportunidades cerca del 15.7% de afrodescendientes son analfabetas y solo 15.2% gana más de tres salarios mínimos. 

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¿Qué hace el gobierno?

A pesar de los desafíos, la población afromexicana ha ganado terreno en la políticas públicas en los Oaxaca y Guerrero, donde tienen mayor representación.

La  Secretaría de Asuntos Indígenas y Comunidades Afromexicanas (SAICA) lanzó un programa especial para diagnosticar e impulsar el desarrollo de la comunidad, Programa Especial de los Pueblos Indígenas y Afromexicana. 

Entre los objetivos se encuentra atender a los pueblos originarios y afromexicanos a través de servicios emergentes, becas a estudiantes, impulso a la producción, defensa y asesoría jurídica, fortalecimiento de culturas.

Como resultado del programa, en 2019, 85% de la población afromexicana solicitó apoyo a la Secretaría y 96% obtuvieron una beca, según datos del instituto.  

Para este año, el estado de Guerrero destino 18,255,450 pesos de presupuesto y para 2021 solo habrá un incremento de 273,830,000 pesos. 

¿Cómo es la realidad?

A pesar del impulso de políticas públicas aún la población afromexicana se siente aislada y discriminada. Así lo demuestra la Comisión Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), la cual indica que el 83% de denuncias por discriminación a esta comunidad son por el color de piel.

Reconocer a los afromexicanos y sus descendientes ayuda al país a cumplir con su pluriculturalidad y cerrar cada vez más la puerta al racismo, actos discriminatorios y a la desigualdad. 

Hablar de ellos les da visibilidad y los impulsa frente a las políticas pública de México. 

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