Imagen: Redacción
- Esta semana las locaciones fueron la CDMX, Iguala y Michoacán
Entre los uniformados capitalinos, «El Gil» como preludio a la catástrofe en el caso Ayotzinapa y el brutal duelo del narco en Michoacán, arrancamos…
Lo bueno (reconocimiento)
Tras el asesinato de dos ciudadanos israelíes en Plaza Artz, en la Ciudad de México, la rápida respuesta de la policía permitió la detención de una de las perpetradoras del ataque.
Gracias a los uniformados capitalinos se consiguió llevar a Esperanza «N» a la cárcel y las autoridades no pasaron por alto este hecho.
La jefa de Gobierno en persona, Claudia Sheinbaum, entregó a Gerardo Suárez Barrón un cheque por 50 mil pesos por haber detenido a esta mujer.
Además, el elemento policíaco recibió un viaje todo pagado a Cancún, por cuatro días y tres noches, para dos personas, y una mención de honor.
Barrón no es el único elemento que ha sido reconocido por su labor de seguridad en la CDMX.
Esta estrategia habla bien del gobierno capitalino, pues a cambio de exponer su vida, lo menos que pueden ofrecer es una compensación económica.
Pero lo mejor del caso es que Sheibaum también se comprometió con aumentar el salario de los policías 9% anualmente.
Además, explicó que con el nuevo Plan de Carrera Policial, se sumarán 800 cadetes cada año a la seguridad de la ciudad.
Parece ser un buen camino para tener policías confiables con un salario que les permita no caer en la tentación de la corrupción y, por supuesto, que no resulten ser violadores en uniforme.
Lo malo («El Gil)
El proceso penal que se lleva en los juzgados por el caso Ayotzinapa parece que se dirige a un precipio de impunidad.
El subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, habló un poco sobre cómo va todo, luego de la liberación de Gildardo López Astudillo.
Según explicó el funcionario, este sujeto, presunto culpable de la desaparición de los 43 normalistas, fue absuelto de luego de que un juez desestimara las pruebas presentadas.
¿El mayor problema? Encinas detalló que esto podría significar que otras 50 personas detenidas podrían quedar libres y absueltas, como «El Gil», por la determinación del juez.
Esto sería un golpe brutal al presidente Andrés Manuel López Obrador, que prometió resolver el caso Ayotzinapa.
Pero lo inadmisible sería para los familiares de las víctimas que no encontraron justicia en el sexenio de Peña Nieto y ahora quizá tampoco en el de AMLO.
¿Qué podemos esperar con todo esto? Parece ser que solamente más impunidad…
Lo feo (lucha)
Hace unos días se presentó un enfrentamiento entre hombres armados en Tepalcatepec, Michoacán.
Presuntamente se trató de una balacera entre narcotraficantes de «El Mencho», líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), y los de «El Abuelo», viejo lugarteniente de esa organización criminal y fundador se autodefensas.
Después se difundieron algunos videos sobre la lucha. En el primero de ellos, con ayuda de un dron, se compartió el alcance del duelo.
Aparentemente, «El Abuelo» habría difundido la grabación.
Pero después otro video vio la luz y muestra a un supuesto integrante del CJNG con una ametralladora M60 al estilo Rambo, mientras dispara incesantemente.
Esto demuestra el nivel de violencia del que son capaces estos grupos criminales.
Más allá de los motivos del enfrentamiento, ¿quién es capaz de enfrentar semejante poder armamentístico? Sólo el Ejército…
Sin duda, esto es un reto para la Guardia Nacional y el presidente. No existe una policía local en este país capaz de hacer frente a los grandes grupos criminales.
Y si lo pensamos un poco, eso de «abrazos, no balazos» parece difícil de conseguir en entidades tan penetradas por el narcotráfico, como Michoacán.
Ese es el reto, señor presidente…
