Imagen: Redacción
- Una semana para sonreír… y para llorar
El presidente Andrés Manuel López Obrador dio en el clavo en un tema importante y erró terriblemente en otro, mientras El Caballo Blanco se convertirá en un símbolo de la violencia que azota Veracruz… y todo el país.
Lo bueno (un mejor retiro)
Mucho se ha dicho sobre el gran problema que supondrá para millones de trabajadores, en especial jóvenes, cuando llegue el momento de la jubilación.
Y es que el ahorro que se destina actualmente para dicha causa, sólo permitiría que, en promedio, la pensión de un trabajador sea del 24% de su último sueldo, según la Auditoría Superior de la Federación.
Sin embargo, López Obrador y Arturo Herrera, secretario de Hacienda, anunciaron que se disminuirán paulatinamente, hasta el 2024, las comisiones que cobran las Afores a los empleados.
Esto se traducirá en 10% más de ahorro para el retiro del trabajador.
Un movimiento que hay que aplaudir, tanto al presidente como a Hacienda.
Sin embargo, no hay que «quitar el dedo del renglón» pues el 34% del salario aún es una cifra deprimente.
Pero ese es el camino, señor presidente…
Lo malo (desabasto de medicinas)
Existe un problema que se trata de minimizar, aunque es real y comenzó a cobrar vidas.
Hablamos del desabasto de medicinas que ya repercutió de fea forma en la CDMX.
Cuando esto sale a discusión, se suele decir que había corrupción, engaños y un monopolio entre laboratorios y distribuidores de medicamento.
Eso, sin duda, era un foco rojo que debía atenderse.
Aquí el problema, como lo he señalado anteriormente, no es el qué, sino el cómo.
Podrán existir muchos problemas, pero cortar de tajo algo que parece estar mal, perjudica y deja en situación vulnerable a miles de mexicanos.
Encima de todo aquello está la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), que a pesar de conocer la situación del sector salud, no agiliza sus trámites para la distribución de medicina.
¿Algún fármaco en específico? Sí, el que se utiliza para tratar el cáncer en adultos y niños.
De hecho, este problema ya escaló, pues una menor, según reportó Ciro Gómez Leyva, murió luego de que pasó tres semanas sin recibir la vacuna con la que combatía el síndrome preleucémico que padecía.
Aquí sí, señores de la Cofepris y señor presidente, no se nota que la la prioridad sea el pueblo.
Lo feo (El Caballo Blanco)
Veracruz es el más claro ejemplo de cómo la violencia se desborda en México y parece que nada puede detenerla.
La masacre en el ‘table dance’ de Coatzacoalcos se recordará por siempre.
Mientras escribo esto, se han confirmado 28 víctimas mortales y todavía hay nueve heridos de gravedad.
Esto probablemente convertirá a El Caballo Blanco en un símbolo de la violencia del país.
Sin embargo, este suceso también debe ser considerado como una muestra de que aún no se logra avanzar ni un poco en seguridad.
Recordemos que el 19 de abril un comando armado abrió fuego en una fiesta en Minatitlán, Veracruz.
Ese crimen dejó 14 víctimas mortales, incluido un bebé de un año.
Ahora, la cifra de muertos se duplicó en El Caballo Blanco.
Esto a pesar de que la masacre de Minatitlán obligó al gobierno a desplegar a la Guardia Nacional en la entidad el 26 de abril, antes de lo planeado.
La idea era frenar la fuerza del crimen organizado en la región pero, como ya vimos en el ‘table dance’, no ha servido de mucho.
