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Tlalpan: historia de la meca de los hoteles de paso

Redacción

Por: Redacción

hace 4 años

Tlalpan: historia de la meca de los hoteles de paso

Imagen: Archivo

  • Tlalpan es una de las principales avenidas de la Ciudad de México, desde donde se accede a la carretera que lleva a Cuernavaca y Acapulco
  • Es uno de los sitios en donde existen más hoteles y moteles de paso, utilizados por las parejas para tener un encuentro casual o incluso para quienes recurren al sexoservicio

Calzada de Tlalpan es una de las avenidas más transitadas de la Ciudad de México, y es reconocida en la capital por albergar un gran número de hoteles y moteles de paso.

Muchas parejas que buscan un encuentro casual o incluso aquellos que buscan el sexoservicio acuden a esta importante avenida a buscar un lugar para la intimidad.

¿Pero, cómo fue que Tlalpan se convirtió en la meca de este tipo de establecimientos?



Diversos autores y cronistas de la Ciudad de México han intentado responder esta pregunta. Según información de El Universal, el cronista mexicano, Héctor de Mauleón, escribió en su artículo “Los rápidos de Tlalpan” que esto puede deberse a que en la antigüedad, esta avenida se encontraba en las afueras de la ciudad.

Asimismo, se trata de la vía que se dirige al estado de Morelos, por ello las personas que iban camino a Cuernavaca necesitaban lugares en dónde descansar antes de retomar la carretera rumbo a su destino.

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Mauleón cuenta que el primer sitio de alojamiento que existió en la ciudad se construyó a petición de Pedro Hernández Paniagua. El hotel se ubicaba en la calle de Mesones y se inauguró en 1523.



 

Sitio de hoteles y moteles

Al expandirse la ciudad en diversas direcciones, este tipo de establecimientos se fueron recorriendo hacia las salidas de la ciudad y una de ellas fue, justamente, Calzada de Tlalpan.

Poco a poco y con el pasar de las décadas, los turistas se iban multiplicando, acelerando la oferta de hoteles y posteriormente moteles de paso.

Otra de las cosas que ayudaron a que Tlalpan se llenara de hoteles fue el juicio moral que siempre ha caracterizado a la sociedad mexicana respecto a que las parejas de enamorados deciden visitar estos hoteles lejos de la ciudad para encontrarse a solas y no ser juzgados por la gente.