Imagen: Redacción
- La CDMX y el 2 de octubre acapararon las miradas
Una semana entre condonaciones fiscales escandalosas, un presidente de regaños y una estrategia fallida, así pasó otra semana en el guión de la película que es México.
Lo bueno (condonaciones)
El caso que trataremos a continuación sí tiene un lado positivo, que es justo del que hablaré.
Recientemente, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) reveló un gran número de condonaciones fiscales realizadas a políticos, empresarios y famosos durante los sexenios de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón.
Evidentemente, esta información es escandalosa e indignante.
Sin embargo, lo bueno de todo está en el porqué el órgano hacendario hizo pública la información: una denuncia que atrajo la Suprema Corte, desde donde determinaron que tales datos deberían darse a conocer.
Es cierto, quizá ya poco o nada se pueda hacer sobre lo que ocurrió y personas como la exprimera dama, Angélica Rivera, o el empresario Carlos Slim, ya se salieron con la suya.
Pero lo que sí se puede hacer es tomar este ejemplo para transparentar este tipo de operaciones del SAT.
También debería tomarse como una gran oportunidad de no repetir los viejos errores y esperemos que eso haga el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Aunque, hay que decirlo, él ya le dio el derecho de la duda a Yeidckol Polevnsky, presidenta de Morena, que también recibió la condonación de 16 millones de pesos.
Según el mandatario, «puede ser» que lo de la política sea un error del contador…
Lo malo (te voy a acusar con tu mamá)
Ya es habitual que en cada conferencia mañanera de López Obrador, exista alguna declaración que genere controversia.
Eso ocurrió poco antes de la marcha en la CDMX por el aniversario de la matanza de estudiantes del 2 de octubre del 68.
En conferencia, el mandatario aseguró que acusaría «con sus mamás, papás y abuelos», a quienes cometan actos vandálicos en las protesta.
La broma de nada sirvió. Grupos de encapuchados causaron destrozos, de nuevo, y a pesar de que hubo tres detenciones. Al final nadie hizo justicia.
Pero a todo esto, ¿qué piensa AMLO que puede obtener con semejantes comentarios?
¿Sólo quiere acaparar los reflectores para que la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum , no tenga tanta publicidad negativa?
¿Cuál es la línea que divide la manifestación del crimen?, ¿cuál es la brecha entre los derechos de unos y de otros?, ¿por qué se permite la violencia?
Al final, el mandatario le «echó la bolita» a la jefa de Gobierno, que tampoco supo cómo hacerle, y NADA de tomar las cosas enserio. Eso sí, muy mal…
Lo feo («cinturón de paz»)
Claudia Sheinbaum anunció el método con el que haría más segura la marcha del 2 de octubre.
Lo feo es que, aparentemente por instrucciones de la jefa de Gobierno, unos 12 mil funcionarios capitalinos salieron a las calles a conformar lo que llamaron el «cinturón de paz».
Así se les vio en las calles bien uniformados con playeras que mandó a hacer el Gobierno capitalino.
Las prendas, 20 mil en total, costaron 960 mil pesos y… no sirvieron para NADA.
De cualquier modo, un grupo de encapuchados causó destrozos, alboroto y 14 heridos.
Un plan fallido, costoso y que demuestra miedo y quizá hasta ineptitud de Sheinbaum y compañía.
Otra vez, ¿cuándo se tomarán esto enserio?
Quienes no viven las consecuencias de todo esto seguramente poco se preocupan.
Sin embargo, habrá quienes no tengan tiendas aseguradas y que los destrozos causados deban ser reparados de sus bolsillos.
Además, esas acciones podrían dejar muertos también, policías o civiles.
¿Será que cada 2 de octubre o, peor aún, cada marcha, debemos esperar esto?
