Lo mejor del filme que es México es que a pesar lo malo, siempre sale a escena algún paisano que demuestra que soñar con un final feliz no es mala idea, aunque las oportunidades no sean iguales para todos.

Lo bueno

The World’s 50 Best Restaurants 2019 lanzó la lista que reconoce a las mejores chefs de todo el mundo.

¿Y quién se llevó el mérito? La mexicana Daniela Soto-Innes, nacida en la Ciudad de México.

Ella misma compartió la noticia en su cuenta oficial de Instagram y las redes sociales se encargaron de hacer viral dicho logro.

El reconocimiento es excelente y más porque Soto-Innes desarrolló buena parte de su carrera en Estados Unidos.

Sin embargo, fue junto a Enrique Olvera, otro chef mexicano, con quien lanzó el restaurante Cosme, en Nueva York, que se ubicó entre los 50 mejores del mundo.

Un ejemplo no sólo de superación, sino también de liderazgo.

Soto-Innes, según quienes la premiaron, será una inspiración para las nuevas chefs del mundo, pero eso queda corto.

Falta que se reconozca a muchas mujeres en ámbitos como la ciencia, tecnología, ingeniería, matemáticas…

Esperemos que muy pronto sea común verlas triunfar en cualquier ámbito de la vida, porque es un hecho: triunfan en grande.

Como dijo la chef mexicana en redes: «Por las mujeres chingonas y los hombres que nos apoyan».

Lo malo

Luego de todas las bondades que el presidente Andrés Manuel López Obrador destacara sobre tener un aeropuerto en Santa Lucía, resulta que siempre no.

Las últimas semanas ha surgido información que indica que dicho proyecto no es ni sencillo ni barato.

Pero la gota que derramó el vaso fue lanzada por la revista Proceso.

Y es que dicho medio señaló que el plan de construcción presentado por José María Riobóo no contempló el cerro de Paula.

Lo peor es que «eliminar» dicho cerro tendría un costo adicional de ocho mil millones de pesos que habría que sumar a los 70 mil millones que se presupuestaron en el inicio.

Al final, mucho se ha dicho sobre la llamada Cuarta Transformación, pero lo cierto es que en malas planeaciones, el gobierno de AMLO ya se asemeja a sus antecesores.

Lo feo

La fuerza del crimen organizado en el país es tan tangible que ahora hasta los alcaldes «caen» como en tiroteo de vieja película del oeste.

¿La diferencia? Esto es la VIDA REAL.

El homicidio de Maricela Vallejo, alcaldesa de Mixtla de Altamirano, Veracruz, en la carretera Zongolica-Orizaba, es un ejemplo.

Junto a ella, también perdieron la vida su esposo y su chofer.

Sin embargo, casos similares sobran.

De hecho, para tener una idea clara, en Michoacán, desde que asumió la gubernatura Silvano Aureoles, van cinco presidentes municipales asesinados.

Algunos de ellos estaban activos, otros tenían licencia y hasta alguno era encargado de despacho.

De vuelta en Veracruz, si así de «blanco fácil» son los alcaldes del país, no es de extrañar que ocurran terribles tragedias como la masacre en una fiesta de Minatitlán.

Es fácil deducir que esta violencia es resultado de los gobiernos anteriores…

¿Pero cuántas muertes más se necesitan para que el gobierno implemente alguna estrategia a corto plazo para frenar la violencia que se vive en prácticamente todo México?