Imagen: Facebook
- Emojis con pestañas postizas y bocas cerradas ofende a los vecinos de este barrio
La casa rosada decorada con emojis ha causado conflicto entre las personas de este pequeño vecindario en Manhattan Beach.
Con gigantescas pestañas, haciendo alusión a las postizas y a manera de burla, una mujer decidió pintar se casa de rosa y adornarla con emojis. Los hechos ocurrieron en un pequeño vecindario de Manhattan Beach, al sur de los Ángeles.
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Reglas del vecindario
De acuerdo con los vecinos, hace algunos años, en aquel vecindario se prohibió el alquiler de viviendas por menos de 30 días. Sin embargo la propietaria de una de las casas ubicada en la calle 39 de esta ciudad de California publicó el inmueble en la aplicación AirBnB.
Al cabo de unos días la casa con ubicación muy cercana a la playa causó un conflicto entre los vecinos.
Por mala suerte para la propietaria, Kathryn Kidd, sus vecinos decidieron demandarla ante los servicios municipales. Luego de la inconformidad de varios vecinos, Kidd fue sentenciada a pagar una multa de 4 mil dólares el pasado mayo.
Con emojis vecina se burla
Pero el conflicto no paró ahí, unas semanas después de la sentencia, la casa en cuestión fue pintada de rosa y su fachada fue decorada con grandes emojis amarillos.
Uno de ellos con los ojos en blanco y la legua colgando, como si estuviera algo “loco” y uno más con la boca cerrada con un cierre. Además ambos están adornados con pestañas que parecen postizas, lo que generó molestia entre algunos vecinos que se sienten ofendidos por los emojis. .
Tal es el caso de Susan Wieland, quien forma parte del grupo vecinal que denunció a Kidd por la renta de su casa. Ella asegura que cuando conoció a Kidd llevaba pestañas postizas, por ello creen que los emojis son alusivos a Susan.
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En respuesta, la propietaria de la controversial casa, asegura que el nuevo aspecto de su “casa alegre” sólo busca animar al vecindario. A decir de Kidd, las personas de ese lugar siempre están tristes y deprimidas. Dice que siempre están preocupados por los asuntos y las vidas de los demás.
Así que ella sólo quiere enviar un mensaje alegre, colorido y positivo s sus vecinos, aunque ellos piensen todo lo contrario. Ella asegura que su intención jamás ha sido representar a Susan Wieland.
Ahora, los vecinos han exigido al ayuntamiento que la fachada sea pintada con colores neutros. Por su parte, las autoridades locales analizarán las normas urbanísticas vigentes para determinar si la demanda es viable.
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