La inocencia de un niño en la creencia en Santa Claus es única, y es que esa ilusión los hace creer en la “magia de la Navidad”, pero siempre llega ese momento en el que debemos destruir la infancia de los más pequeños.
Y tú ¿Cómo te enteraste de lo de “Santa”? Seguramente, si escarbas en tus recuerdos, hallarás desde alguna experiencia traumática, hasta la más placentera forma en la que tus papás te lo dijeron.
De acuerdo con Akira Esqueda, psicoterapeuta de niños y adolescentes, no hay una edad exacta para saber la verdad sobre Santa, cada niño se entera en diferentes momentos, sin embargo aseguró que mantener la fantasía es necesario, para que los menores puedan crear una personalidad.
“Somos muy crueles, la sociedad se va a encargar de decirle al niño quién es Santa Claus y es entonces cuando el niño va a empezar el proceso de maduración”, detalló, Akira Esqueda.
En entrevista para Digitallpost, puntualizó que “reforzar la fantasía es una herramienta principal del cerebro para generar la maduración de la personalidad de los niños”.
Con base en su experiencia, resaltó que ningún niño se ha traumado por enterarse de la verdad; en cambio si el niño relaciona la idea de Santa con “algo feo”, en su vida futura las navidades las verán como algo negativo.
Para aquellos a quienes no les llegan regalos, Akira Esqueda recomendó inculcar a los menores el valor de compartir, “un regalo o un juguete es hermoso siempre y cuando se comparta entre amigos”, dijo.
En el caso cuando un niño es el que va repartiendo el secreto de quién es Santa, la recomendación del Psicoterapeuta es hablar con el menor para mantener viva la ilusión, ejemplo, “Santa Claus se disfraza de nosotros, se disfraza del papá de tu amiga, del abuelito”, otra opción es “Santa nos da los regalos para dártelos, nosotros sabemos en dónde está su fábrica”.
Y tú ¿Cómo te enteraste de lo de Santa Claus?
Varias personas decidieron compartirnos su experiencia al descubrir la verdad sobre Santa Claus, aquí algunos testimonios.
“Yo supe desde los 8 años quiénes eran los Reyes Magos y Santa Claus, sin embargo me callé hasta los 15 años, porque me seguían trayendo juguetes. Entonces yo decía -en el momento en el que les diga quiénes son, se va acabar y ya no me van a traer nada-. Cuando yo me enteré quiénes eran realmente, no me generó un trauma. La mayoría de mis amigos coinciden conmigo”, dijo, Akira Esqueda, psicoterapeuta.
“Era época de navidad y mi niño estaba feliz por la llegada de Santa. Yo estaba muy enojada y me desquité con él gritándole la verdad “Santa no existe, es pura mentira”. Después su papá salió al rescate y le dijo que no era verdad, que sólo estaba enojada. Mi hijo tenía 4 años”, Cindy Peña, periodista.
“Yo me enteré porque mi hermano mayor escribió una carta a nombre de Santa, reconocí su letra”, mencionó Zugey Zamora, estudiante.
“Nosotros pasábamos la navidad a casa de mis primos y, obvio, nunca me traía nada de lo que quería. Mi papá tuvo que decirme ante mi frustración”, señaló Trinidad Ferreiro, escritora.
“A mí nunca me trajo nada Santa, siempre eran los Reyes Magos y lo descubrí como a los 10 u 11, que me dijeron”, relató Mauricio Morales, empleado.
“En la escuela primaria, tenía como 8. Malditos niños rompe ilusiones”, dijo Liliana Hernández, empleada.
“Un día le pregunté a mi primo, dos años mayor que yo, qué le iba a pedir a Santa, y él se empezó a reír y a burlarse, me dijo que obvio eran los papás. Mi mamá lo resolvió diciéndome que había niños a los que Santa ya no los quería y que sus papás les tenían que dar regalos. Obvio me sentí súper especial”, nos contó Marco Caballero, empleado.