En tiempos donde todos dicen lo que quieren sin ningún tipo de filtro y con alcance mundial, un comunicador de la vieja guardia salta en pro de las cosas bien hechas y en la Ley de la Ventaja lo queremos respaldar.

View this post on Instagram

El fideo seco de @divots_mx tiene más sabor que el insulso partido entre México y Bermudas. Sufrida victoria nacional.

A post shared by Heriberto Murrieta (@heriberto.murrieta) on Nov 19, 2019 at 8:28pm PST

«Renovarse o morir», una expresión utilizada por Iñárritu cuando ganó el más reciente premio Óscar, que se puede aplicar en cualquier situación de la vida.

Sin embargo, habrá que entender la palabra «renovar», pues parece que muchos creen que es empezar de cero, aunque esto no sea realmente posible.

Un individuo que llega a un mundo donde todo ya está establecido jamás podrá hacer algo nuevo o empezar de cero, pues de donde partirá es de lo que ya estaba aquí cuando él o ella llegaron a esta travesía llamada vida.

Me explico, para renovarse hay que honrar o al menos conocer lo que nuestros antepasados hicieron, pues gracias a eso, nosotros encontramos el mundo como lo conocemos.

Es por eso que esta semana la Ley de la Ventaja es para:

Heriberto Murrieta, un comunicador de la vieja guardia

Dos brazos hacia arriba y siga, caballero, pues lo hace de maravilla. 

También te puede interesar: Más que una medalla de plata, los chavos Sub 17 ganaron experiencia

Anteriormente hablamos de Murrieta en este espacio, cuando tuvimos la oportunidad de cubrir la presentación de un libro de Roberto Gómez Junco.

Un gran debate de la vida y el futbol fue lo que nos ofrecieron tres eminencias del periodismo deportivo, pues habrá que sumar a Ciro Procuna a este intercambio de ideas que aquí te compartimos.

Resultó que en esos momento regresé a las redes sociales y abrí una cuenta en Instagram, donde busqué a estos personajes y empecé a «seguirlos».

Fue así como me topé con un pensamiento acompañado de una fotografía que Heriberto compartió en su cuenta oficial a inicios de esta semana que ahora termina.

View this post on Instagram

Indiscutiblemente, antes era más difícil llegar a un micrófono. El control de calidad se caracterizaba por ser estricto. Había filtros. Los locutores tenían voces de locutores. Si un comunicador de la vieja guardia se llegaba a equivocar al conjugar un verbo, se sentía profundamente avergonzado. Imperaba otra conciencia de la profesión. En algún programa del Mundial de México 86, dije accesar en lugar de acceder. En su sección "Perlas Japonesas" del diario Excélsior, el lexicólogo Raúl Prieto "Nikito Nipongo" lo hizo notar. Me fue como en feria. Conservo el recorte como un duro recordatorio. Antes existía un gusto por la estética de las palabras y había una mayor cultura general. Con respecto a las formas de hablar y de hacer periodismo, se pega lo malo porque eso es más fácil de copiar que lo bien dicho y estructurado. Hoy en día es común escuchar barbaridades por parte de los locutores y como nadie los corrige, las pifias se multiplican impunemente, restando calidad a lo que se dice en la radio y la televisión. ¿El oyente lo nota o le importa? Es así que escuchamos expresiones como éstas: El jugador se la pasó invernando todo el día; Las Chivas tendrán dos partidos inganables; No hubo una pronunciación por parte de la directiva; Ese señor tiene garraspera; Regresó el pasto natural que fue tan épico en el Estadio Azteca; Esto no es beneficiencia; Llegó el ángel de la guardia; Esto lo he vivido de carne propia; La área de prensa trabaja muy bien; La liga tiene una asignación pendiente; Los dos equipos capitalinos salieron aerosos; El Veracruz tiró todo en la borda; El torero forza al toro y Alexis Vega condució muy bien. Más las que se acumulen…

A post shared by Heriberto Murrieta (@heriberto.murrieta) on Nov 19, 2019 at 12:51pm PST

Leí lo escrito por el «Joven Murrieta» sentado en mi lugar de trabajo, al regresar del momento culinario vespertino y no pude evitar reflexionar sobre el tema y hacer una autocrítica.

Pues a pesar de compartir Alma Máter con Heriberto Murrieta, donde tomé cátedra sobre el fino arte de la locución, los nervios traicionan a cualquiera y, frente al micrófono o la cámara, he cometido algún error parecido al que él cuenta.

Sin embargo, es así como el humano aprende y, si no es para aprender, carecería de conocimiento sobre nuestra misión en esta vida.

Así es como cerramos el momento de reflexión inspirado por una leyenda viviente y maestro, aunque él asegure que no es su responsabilidad educar a nadie.

VideoColumna Ley de la Ventaja

Por si te lo perdiste, te dejamos la VideoColumna de la Ley de la Ventaja. La liguilla del futbol mexicano está lista, el homenaje a Jorge Vergara y la despedida de Carlos Salcido.